Laura piensa que la mejor forma de educar es haciendo que los jóvenes se vean capaces de todo y ella, es una demostración empírica de implicación activa para alcanzar objetivos y sueños. No se considera muy creativa, pero soñó con ayudar a los artistas africanos a vender sus obras y junto a un equipo de amigos, consiguió generar un negocio que no depende de aportaciones externas; es viable y como se dice ahora, “sostenible”. Comprometida con el desarrollo social, artístico y creativo, BARABAIKI es una empresa que comercializa obras de arte africanas en diferentes formatos. Una vez remunerados los artistas, destina el 100% de sus beneficios a becas de educación y al desarrollo de programas de formación, especialmente artísticos, en las comunidades locales de origen de los artistas.
Laura no es de las de esperar a que las cosas se resuelvan desde fuera. Como cree que “El sistema educativo debe enseñar a pensar y no inculcar una determinada ideología” fundó y presidió en 2013 la Asociación “Estudiante liberes de Baleares”.
Y por aquello de que las “obras son amores”, ha colaborado a lo largo de su carrera universitaria en diversas entidades educativas: como voluntaria en las escuelas Blue Sky en Tanzania, apoyando a adolescentes en lengua desde Fundación Core o ayudando en el comedor de El Molino, un centro de educación especial. En el curso 16/17 fue además delegada global de alumnos de la Universidad de Navarra. Alegría contagiosa y capacidad de impulsar y organizar; ¿Te explica su camino?