Manuela Gómez demuestra cada día que se puede innovar en cualquier lugar y partiendo de los recursos que se tienen. Su frutería innovadora de Bilbao está en una cuesta, pero tiene una biblioteca con recetas, un área infantil, y hasta una zona para que los perros puedan descansar mientras sus dueños compran fruta y verdura fresca…
Se levanta muy temprano para elegir ella misma el producto. Hace cestas especiales que vende a oficinas y para regalo, recibe pedidos por Whatsapp y Facebook y nunca deja de sorprender a sus clientes con escaparates temáticos y eventos que incluyen disfrazar a todo su equipo de lo que sea necesario.
Cuando tiene que reivindicar a los autónomos en televisión lo hace, pero no deja nunca de compartir sus éxitos con comerciantes, ni de intercambiar buenas prácticas con cualquiera de quien pueda aprender. Su capítulo en el libro se titula «Ya que estamos aquí, vamos a tratar de hacerlo bien y disfrutarlo». ¿Te cuenta cómo hace felices a los clientes?