Para 2050 está previsto que haya casi 2500 millones de personas con algún grado de pérdida de audición y que al menos 700 millones requieran rehabilitación, según la OMS.
¿Imaginas no poder escuchar? En los peores momentos, hay quienes buscan soluciones para las personas con más dificultades. Esto es lo que ha hecho Natalia Leyton en plena pandemia para ayudar a las personas sordas. Ella es de resolver y no quejarse, así que se puso manos a la obra y, apoyada por el Instituto de la Juventud de Chile tras un duro proceso de candidaturas, junto a sus compis de JOCAM (Jóvenes por el cambio) y asesorada por la Asociación de sordos de Linares, impulsó el proyecto Acción oyente. Formación, paneles con lenguaje de signos y mascarillas transparentes para que se puedan leer los labios.
Natalia es estudiante de psicología y se declara innovactora «innovar es permitirse soñar, reinventarnos, romper las barreras buscando nuevas herramientas que nos guíen a una mejor versión de la realidad y de nosotras mismas». Y como buena Innovactora, su perspectiva es poliédrica y muy STEAM ·»Hay que buscar una armonía entre los conocimientos, tener la curiosidad de un científico, la profundidad de un artista, el cuestionamiento de un filósofo, la visión de la tecnología, pues de ésta forma seremos agentes de cambio integrales y efectivos». Nada de ciencias «O» letras…
Como ya se ha demostrado en diferentes estudios, los referentes cercanos son los que nos marcan el camino y para Natalia, la referencia es su hermana, la persona que le hizo descubrir el mundo del voluntariado.
Quiere ser recordada como una persona a la que sus miedos no le detuvieron, irradiando optimismo y alegría. Está en camino ¡Sin duda!. Como joven Agente del cambio, ha empezado directamente colaborando con su entorno; Linares – en Chile – Allí ya es «carne de TV» y una referente para su comunidad. Seguro que arrastrará con su ejemplo a muchos más agentes de cambio de los que acceden a conciertos a los que no se puede entrar sin demostrar un impacto en los ODS, (aunque aún no incluyen el lenguaje de signos para llegar a las personas sordas).
¿Quieres que Natalia te lo cuente y te lo escriba con sus propias palabras?