Gloria es una de las grandes investigadoras mundiales en un campo muy novedoso, la terapia génica, y lo explica como si fuese un juego de niños.
Realizó su tesis doctoral en el CSIC y después trabajó en Nueva York con investigadores pioneros en la búsqueda de nuevas vacunas y tratamientos frente a la malaria. Se incorporó al CIMA (Centro de Investigación Médica Aplicada) y posteriormente dirigió el laboratorio de Terapia Génica de Hepatitis virales. Es además docente y dirige tesis.
Gloria ha encontrado una manera de vencer una enfermedad rara, la enfermedad de Wilson. Simplificando mucho para hacer comprensible su tarea: el ADN es una molécula muy estable que se puede manipular, cortar y pegar para que sea capaz de corregir la falta de un gen. Lo que hace Gloria es vaciar un virus de contenido maligno e introducirle el “DNA terapéutico” para que pueda llevarlo al núcleo de las células. Esa terapia ya se ha aprobado como medicamento huérfano en USA y EU Si todo va bien el tratamiento podría estar disponible para pacientes en 2024.
Para ese desarrollo se ha creado la empresa Vivet therapeutics. ¿Cómo se debe sentir alguien al lograr curar una enfermedad que no tenía cura? ¿Y haciendo que los virus pasen de ser demonios a ser ángeles? ¡Mira con qué sencillez lo cuenta!
Transcripción de la entrevista a Gloria Gonzalez Aseguinolaza:
Estudios y motivo por el que los has ido realizando:
Doctora en Ciencias Biológicas. Crecí admirando a Severo Ochoa, me fascinó su trabajo y quería utilizar sus descubrimientos para curar personas, quería ser Ingeniera genética. Me preparé para ello estudiando ciencias biológicas en la especialidad de bioquímica y biología molecular en la Universidad del País Vasco, y de allí me fui a Madrid a hacer la tesis y de allí a Nueva York para hacer el postdoc, siempre trabajando en el desarrollo de vacunas genéticas para enfermedades del tercer mundo como la Leishmaniasis y la Malaria. Aunque mi trabajo me apasionaba, siempre tenía la sensación de que el paciente estaba muy lejos, entonces se cruzó en mi camino el Dr. Jesús Prieto y él me prometió que si trabajaba en Pamplona, mi trabajo estaría muy cerca de las necesidades de los pacientes y que tendría un despacho con vistas al Perdón, y cumplió ambas promesas.
En Pamplona se vio cumplido uno de mis sueños, realizar investigación que llegara al paciente. Trabajamos en el desarrollo de terapias genéticas para el tratamiento de enfermedades raras para las cuales solo contamos con tratamientos que controlan los síntomas pero no el origen de la enfermedad. Durante este proceso comprendí que llevar una terapia desde el laboratorio a la clínica, al paciente, era muy costoso tanto en recursos económicos como humanos, y que todo pasaba por desarrollar una herramienta empresarial. Aquí entraron en escena, Jesús Hernández y Javier García Cogorro, que me llevaron de la mano hasta la creación de la empresa de biotecnología Vivet Therapeutics, de la que soy socia fundadora y Directora Científica.
¿Qué es para ti innovar?
Desarrollar algo nuevo, que puede ser un dispositivo, una molécula, un protocolo de actuación etc. con la capacidad de mejorar de manera significativa la calidad de vida de los seres vivos.
¿Qué querías ser de mayor?
Lo que soy, madre e investigadora en salud.
¿De qué innovaciones te sientes más orgullosa?
Del desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades raras.
¿De qué errores has aprendido?
De perder la confianza en mí misma en algunos momentos de mi vida profesional.
¿Qué papel tienen la ciencia y la tecnología en tu vida?
Mi trabajo es un regalo, me apasiona, ocupa el segundo lugar después de mi familia.
¿Qué competencias crees que serán necesarias para el futuro?
En nuestro campo contamos con la tecnología necesaria para generar una cantidad de datos, lo importante ahora es saber integrarlos y darles utilidad.
¿Cuáles son los retos de la humanidad que más te preocupan actualmente?
El calentamiento global, el egoísmo material nos está haciendo acabar con nuestro mundo. Probablemente el hombre sea capaz de crear otros mundos pero a mí me gustaría que fuéramos capaces de mantener el que tenemos.
Otro reto es sabe utilizar con cordura los adelantos que somos capaces de desarrollar para beneficiar a la humanidad y no en su contra.
¿Qué aconsejarías a las generaciones que te siguen?
Que trabajen en lo que trabajen, lo hagan con pasión y que sirva para mejorar el mundo y la vida de quienes lo ocupan.
¿Cómo te gustaría que te recordasen?
Como una persona apasionada por su trabajo y su familia, amiga de sus amigos y a quien siempre se podía acudir en los buenos y malos momentos.